“¿yotambienquieroserdesigner?, y donde está el diseño aquí?” Vale, sí. Que a veces publico cosas que no tienen que ver ni remotamente con lo que dije que iba a ser este blog. Así que vamos con un poco de design. Aquí tenéis mi segunda práctica de la asignatura de Diseño. Se trata del anuncio de un teléfono móvil ficticio.
El copy (esto es, el texto que aparece en la pieza) no es mío, que conste. Si no fuera porque se me querían salir los ojos de las orbitas al leer algo tan incoherente i ridículo, me hubiera partido el pecho toda la tarde. “Imagínate sentirte…”. Ole. Eso me recuerda al “cordobés” (si, ese personaje que una vez fue torero) decir aquello de “eh mentazilaze y quereze eh verdá, sano, zé cuerpo, tené potencia, sé felí, querete tu mismo a querete tu muxo, porque quiereh tambien al que tieneh a tu lao y entonceh si que sale todo de verdad de deporte”. Si alguien no lo recuerda, aquí teneis el enlace, no tiene desperdicio: http://es.youtube.com/watch?v=Ig0PQ2IhHZA
Y bueno luego esta eso de “¿recuerdas la experiencia del 3D?”. Ay dios. Para aunar la idea de sentirse con un niño con la experiencia del 3D se necesitan muchas drogas, o ser muy místico, no sé. Ole y ole otra vez. Esas ideas inconexas, agua y aceite, me revolvieron un buen rato las neuronas a ver si encontraban una asociación mínimamente coherente. Entonces apareció en mi mente un joystick, el clásico joystick de las consolas de los ochenta. La fascinación de quien hace unos años fue niño por ese aparato de 8 bits que emitía luces, colores y músicas estridentes mientras uno iba matando marcianitos.
Tuve la estúpida idea de que podría hacer un anuncio que se asemejara a la estética de las piezas que inició Bernbach para Volkswagen y que sigue haciendo la agencia DDB. Aquí tenéis unos cuantos ejemplos: http://www.terra.es/personal2/ignirav/VW.htm , y la pieza que ha pasado a la historia: http://www.typophile.com/files/131803081_e4ec21dbca_6182.jpg . Es fantástico. Composición simple pero impactante. Simple…. e impactante.
Después de un buen rato intentando hacer algo así, de mirarlo del derecho y de revés, me di cuenta de que sólo era un alumno de primero y que para hacer cosas así me quedaban muchas horas de vuelo. Así que se me ocurrió representar la idea de emoción de un niño a través del espiral de colores que aparece en el fondo para darle un poco de fuerza. Repito. La emoción de un niño… la emoción de un niño. ¡No los efectos del LSD, aunque lo parezca!.
Bueno, eso es todo. Sé que este post no ha tenido gracia ninguna, pero este fin de semana no doy más de si. Vendrán cosas mejores, que la primavera aun ha de dar para mucho…
Sean felices,
Ser Romero
Ser Romero